Los padres a menudo se sienten furiosos cuando sus hijos hacen las cosas equivocadas. Responder con cólera a los hijos puede ser más dañino que útil, pero el enojo no tiene que ser su enemigo. Este puede servir de catalizador para ayudarlo a ser un mejor padre o madre.
Los autores reconocen la realidad de las emociones que los padres enfrentan y les muestran cómo:
-Ser un padre exitoso sin tener que dar gritos
-Llevar a cabo un plan de cinco pasos para enseñar a sus hijos a obedecer las instrucciones
-Ayudar a sus hijos a aceptar un no por respuesta
-Disciplinar a un hijo que miente
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